Marta Pareja
Barcelona, 2009
Ayer comentaba que parecía que por fin el proyecto de estudio fotográfico inspirado en la obra de August Sander se había desbloqueado. Ayer hice unos retratos a Marta. Simples de construcción, con luz natural y con la voluntad de ilustrar como finalidad.
Como Sander, me he limitado a mostrar personajes, sin dotarlos de emociones o adornos innecesarios. Se trata de ilustrar un momento y, dentro de esa época, un conjunto de personas. Obviamente la tarea se complica en relación a la diversidad notable de niveles sociales de principios del siglo XX. Es decir, a principios del siglo XXI nos encontramos con una homogeneidad bastante innegable en cuanto a categorías socio-profesionales. En cuanto a la vestimenta, lugar de la vivienda e incluso conocimientos el contraste es a menudo imperceptible. Por ello he decidido mostrar los personajes fotografiados con un objeto que les caracterice de algún modo, pero que tampoco les otorgue nada que pueda despistar al espectador de la función principal que es la de ilustrar una época y un conjunto social.
Marta, en la foto, sostiene una caja de luz (parte de su obra fotográfica) que la define como artista. Finalmente este retrato no dista mucho de las fotos de carnet, lo que me parece ajustado al proyecto, ya que no hay retrato que haga mejor la función de ilustrar que la foto de carnet.
Como Sander, me he limitado a mostrar personajes, sin dotarlos de emociones o adornos innecesarios. Se trata de ilustrar un momento y, dentro de esa época, un conjunto de personas. Obviamente la tarea se complica en relación a la diversidad notable de niveles sociales de principios del siglo XX. Es decir, a principios del siglo XXI nos encontramos con una homogeneidad bastante innegable en cuanto a categorías socio-profesionales. En cuanto a la vestimenta, lugar de la vivienda e incluso conocimientos el contraste es a menudo imperceptible. Por ello he decidido mostrar los personajes fotografiados con un objeto que les caracterice de algún modo, pero que tampoco les otorgue nada que pueda despistar al espectador de la función principal que es la de ilustrar una época y un conjunto social.
Marta, en la foto, sostiene una caja de luz (parte de su obra fotográfica) que la define como artista. Finalmente este retrato no dista mucho de las fotos de carnet, lo que me parece ajustado al proyecto, ya que no hay retrato que haga mejor la función de ilustrar que la foto de carnet.
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