Un número que centra su mirada en la figura de Marcelo Bielsa. Enigmático e indescifrable como pocos entrenadores en el mundo, al técnico argentino siempre le ha acompañado la duda de si es un loco o un genio.
En tres décadas en los banquillos, Marcelo Bielsa siempre ha tenido clara una cosa: sus principios éticos y futbolísticos son inamovibles.