El primer boceto de la serie ChaMonsta tiene fecha de 24 de octubre de 2006. Desde entonces, no ha evolucionado demasiado, pero por lo menos ha cambiado de nombre. El título original nada adecuado para estos dibujos era Simbiosis, y pero que dado que los diferentes componentes del cuerpo final son de la misma especie no resultaba un título correcto.
Otra de las evoluciones del proyecto es el de pasar de un simple collage de cuerpos humanos a una intención de situar los (cariñosamente apodados) monstruitos en alguna actividad o entorno que les haga interaccionar con algo y descartar poco a poco esos dibujos en los que parecen levitar en la nada del folio en blanco. Con ello no quiero decir caer en el error típico de insertarlos en la vida cotidiana, porque no son criaturas reales. Me gusta la idea de seres mitológicos.
Otra de las evoluciones del proyecto es el de pasar de un simple collage de cuerpos humanos a una intención de situar los (cariñosamente apodados) monstruitos en alguna actividad o entorno que les haga interaccionar con algo y descartar poco a poco esos dibujos en los que parecen levitar en la nada del folio en blanco. Con ello no quiero decir caer en el error típico de insertarlos en la vida cotidiana, porque no son criaturas reales. Me gusta la idea de seres mitológicos.
Las mitologías antiguas, sean de donde sean, están bien surtidas de seres monstruosos fruto del imaginario libre de las represiones culturales actuales. En el siglo XXI es posible ir a ver una película en la que aparecen coches volando y la crítica colectiva no acepta ese logro, que tan solo se puede dar en las salas de cine, por ser demasiado irreal. A mí me gustaría apostar por retomar esa imaginativa casi infantil, libre de la atadura de la veracidad, y acoger estos nuevos seres de manera que no se infravaloren. Los cuerpos que aparecen en esta serie no son cuerpos deformes, porque eso les daría una condición humana. Estos cuerpos, al igual que las esfinges o los minotauros son una especie aparte a la que amar, temer o ignorar, pero no infravalorar, puesto que a una especie no se la puede poner por debajo de otra.
Lo que más me gusta de este proyecto es que me va a permitir abordarlo desde múltiples disciplinas. Por el momento ya ha pasado por el dibujo, la pintura y la fotografía. Por el momento descarto volver a la pintura, pero me interesa seguir dibujando estos monstruos y también fotografiarlos (para darles ese toque más verídico).
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