Esta imagen es solo la representación de una idea. Es imposible que veamos jamás esta imagen más allá de un dibujo. Sin embargo en una semana entrará en prisión un artista, entre otras cosas por señalar los delitos del rey, al que ni siquiera se puede investigar por ello. Vivimos en un país en el que ya han sido perseguidas y procesadas demasiadas personas por expresarse. Como artista y como ciudadano, creo firmemente en que debemos exigir una reforma urgente del Código Penal, además de la Libertad para Pablo Hasel.
Según Amnistía Internacional, el Código Penal español no cumple los estándares internacionales de DDHH sobre la libertad de expresión. Nos recuerda también que rapear no es un delito, así como tuitear un chiste no es terrorismo y hacer una representación con títeres (o un dibujo) no debería llevarte a la cárcel. Los gobiernos deben defender los derechos de las víctimas del terrorismo en lugar de sofocar la libertad de expresión en su nombre. Usar el Código Penal con el propósito o efecto de inhibir la crítica legítima a las instituciones viola la libertad de expresión. Así mismo también debería hacerse una modificación urgente de la Ley Mordaza.
Vivimos en un país que ve con buenos ojos que se tenga libertad para mover su residencia a paraísos fiscales y así no contribuir a mantener los derechos básicos del resto de ciudadanos, mientras se obvia que alguien pierda la propia libertad por expresar sus ideas.
En los últimos años una larga lista de músicos, tuiteros, artistas, periodistas, humoristas y activistas han sufrido condenas que recuerdan a etapas antidemocráticas que creíamos ya superadas.
Hubo un tiempo en los que los intelectuales de este país defendieron sus ideales jugándose mucho (y a veces perdiéndolo todo), pero con firmes convicciones y fiel militancia. Deberíamos recuperar esos buenos hábitos antes de que sea demasiado tarde.
No deberíamos jugarnos tanto por decir lo que pensamos.
No nos callarán.