Cuando me pidieron hacer una ilustración para la revista Tentaciones de El País me hizo mucha ilusión, ya que, aunque el citado periódico esté dejando credibilidad muy por los suelos, no deja de ser uno de los grandes medios de información.
Cuando me dijeron que mi ilustración tenía que ser un retrato de Bertín Osborne se me evaporó gran parte de la ilusión. Es un personaje que no me transmite buenos sentimientos, que promueve unos valores retrógrados, que presuntamente ha sido un gran defraudador y que hace bandera por un partido político que no hace más que hundirnos en la miseria.
Pero cuando leí el texto de Luz Sánchez-Mellado ya me entró mejor el encargo.
12.5.16
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